La importancia del chequeo cardíaco periódico

Muchas afecciones del corazón se presentan de forma repentina. Para prevenir en la medida de los posible sustos innecesarios, conviene saber cuándo hacerse un chequeo.

Mayores de 35 años
A partir de estad edad, todas las personas deben someterse a una revisión de corazón para descartar posibles problemas futuros, aunque nunca se hayan padecido síntomas.

Grupos de riesgo
Algunas enfermedades perjudican la salud del corazón, como por ejemplo la hipertensión, quienes padezcan diabetes, alteraciones del colesterol u obesidad. Su riesgo en cuanto a dolencias cardíacas es mayor, por lo que los chequeos deben hacerse con asiduidad.

Antecedentes familiares.
Se aconseja especial cuidado cuando se tienen padres o integrantes del círculo familiar con antecedentes cardíacos de infartos, arritmias, insuficiencias, etc…

Síntomas sospechosos. Si se sufren síntomas como dolores en el pecho, falta de aire, desfallecimientos, palpitaciones, hinchazón de piernas, es importante saber la causa mediante las pruebas correspondientes. También hay que tener en cuenta que ciertos trastornos psicológicos, como ansiedad o ataques de pánico, pueden confundirse con un ataque al corazón, por lo que es imprescindible diferenciar con exactitud los síntomas.

Práctica de deporte. Cuando empieza a practicarse un deporte tras un periodo largo de inactividad, se debe realizar un chequeo y repetirlo de forma anual.
Mención aparte merece el tema de la muerte súbita en deportistas. Así mismo, una revisión periódica del corazón evita un alto porcentaje de estos accidentes. 
En personas mayores de treinta y cinco o cuarenta años, el infarto se produce por obstrucción de una de las arterias coronarias que irrigan el corazón debido a un coágulo. Este riesgo puede reducirse, pues existen factores de sencilla identificación, como hipertensión, colesterol o tabaquismo.
En personas menores de 35 años, la causa de muerte súbita más común durante el deporte está ocasionada por una miocardiopatía hipertrófica consistente en un grosor anormal del músculo cardíaco. Se produce entonces una especie de arritmia que anula la capacidad de latir del corazón.