La toxicomanía como una dependencia psíquica de las drogas
Hay determinadas enfermedades psíquicas que pueden estar afectando a una persona específica sin que ella se llegue a dar cuenta de las mismas; algo de ello se podría presentar en una psicosis, misma en la cual, a pesar de existir enfermedad y sus diferentes síntomas, el sujeto no está consciente de la presencia de esta enfermedad en su vida. La toxicomanía también viene a ser una enfermedad psíquica, aunque también es física.
La toxicomanía se caracteriza por presentarse como una forma común y corriente de ingerir drogas, algo que provoca una dependencia física y psíquica en el individuo. Estos dos tipos de dependencias están perfectamente bien definidas cuando la enfermedad ya afecta a una persona.
Dependencias provocadas con la toxicomanía
Tal y como mencionamos anteriormente, las dependencias pueden ser físicas o psíquicas cuando una persona ya se encuentra afectada por esta toxicomanía; cuando la dependencia es psíquica del individuo generalmente se dedica a tomar drogas para sentir los efectos de las mismas; en el otro caso que habíamos mencionado (es decir, la dependencia física) se puede notar que el individuo busca adaptar a su organismo con estas drogas, buscando cada vez dosis más elevadas para saber hasta dónde puede tolerar su cuerpo. Este tipo de situaciones provocan problemas que afectan grandemente la salud del individuo.
Familiares y amigos podrían tratar de detectar a la toxicomanía en una persona, ya que la misma no nos llegara a reconocer voluntariamente como problema. Algunos de estos síntomas podrían ser los siguientes:
- Una retracción de la pupila.
- Estado muy similar a la embriaguez.
- Actitudes como la euforia y angustia (confusión mental).
- Presencia de taquicardia.
- Trastornos vinculados con el sueño.
- Gran cantidad de alucinaciones.
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