Tratamiento de la fibrosis quística

Esta enfermedad crónica degenerativa afecta a una parte minoritaria de la población. Se caracteriza porque afecta a la producción de secreciones cuya composición en agua, sodio o potasio se vuelve más espesa. Como consecuencia, los canales de eliminación quedan obstruidos o dificultan la expulsión. Por este motivo se producen inflamaciones e infecciones que afectan a distintos órganos como el hígado, los pulmones, el páncreas o el sistema urinario y genital.
La enfermedad hoy por hoy no tiene cura, aunque los avances en este sentido sean significativos, teniendo que recurrir a la prevención mediante el diagnóstico precoz, los tratamientos de mantenimiento, o en casos más graves, al trasplante de órganos afectados.

Tratamiento de la fibrosis quística
Debe ser multidisciplinar, contando con un equipo coordinado que abarque diferentes especialistas en áreas como nutrición, fisioterapia, psicología, medicina interna, etc…

Objetivos

• Prevenir y tratar infecciones por medio de antibióticos.
• Entrenamiento físico para mantener la capacidad pulmonar y fisioterapia respiratoria.
• Seguimiento nutricional. La propia enfermedad conlleva problemas de malnutrición.
• Tratamiento farmacológico paliativo de los síntomas: mucolíticos, antiinflamatorios, broncodilatadores, oxigenoterapia, ventilación…
• Prevención y tratamiento de trastornos psicológicos como consecuencia de los diversos grados incapacitantes de la dolencia.

Proyecto terapéutico de genética avanzada
Las investigaciones en este sentido son esperanzadoras, si bien aún está en vías de desarrollo el proyecto para la reversión de la fibrosis.
El objetivo sería la producción de una secuencia de ADN que contenga el gen que provoca la enfermedad, en el que no se presenta la mutación originaria. Una vez obtenido el fragmento, sería introducido mediante liposomas, una especie de vesículas que se utilizan como elementos de almacenamiento y transporte a nivel celular, para provocar la producción de la proteína en su forma correcta.