Para producir glutatión deberemos ingerir sus elementos primarios, como son, cisteína, vitamina, C, selenio, ácido alfa lipoico, y otros que incrementan su eficacia como vitamina A, y cinc.
Si el organismo funciona favorablemente, produce la cantidad adecuada para la realización de sus funciones específicas, no obstante, existen determinados factores que impiden que éstas se realicen de manera eficaz.
Factores que interfieren en la producción de glutatión
Exceso de radicales libres en el organismo
Consumo de grasas rancias
Alimentos ahumados
Nitritos presentes en los embutidos
Alcohol
Tabaco
Ejercicio físico extremo
Altas dosis de metales pesados
Exposición a radiaciones
En ocasiones, está indicada la administración externa de glutatión, ya sea por factores que interfieren en su producción, o por causa de determinadas dolencias, como son:
alergias
artritis reumatoide
aterosclerosis o acumulación de placas en las arterias
cáncer
cataratas
parkinson
enfisema, asma, bronquitis, neumonía
inmunodeficiencias.
A tal efecto, existen preparados nutricionales antioxidantes cuya fórmula proteica contiene glutatión. Las dosis indicadas como complemento en personas sanas son de 500 ó 1.500 mg.
En el tratamiento de dolencias severas o degenerativas, las dosis rondan los 1.500 – 4.500 mg diarios. Conviene administrarlo con nutrientes sinérgicos, esto es, que favorecen su absorción.
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