Aparición de bultos en las mamas
Las mamas constan de diferentes tejidos pudiendo aparecer un cambio o un abultamiento en cualquiera de ellos. Tanto en glándulas, como tejido graso, músculo, ganglio o en la misma piel, es posible que aparezcan irregularidades, que pueden deberse a cambios normales o a enfermedades como tumores benignos o malignos.
Los bultos más frecuentes y de origen benigno son:
- Mama fibroquística. Aparece en un alto porcentaje de mujeres cuando los pequeños quistes cambian de tamaño con el ciclo menstrual.
- Fibroadenoma. Aparece en muchas mujeres menores de treinta años. No cambia de tamaño.
Diagnóstico
En cualquier caso es necesario identificar el tipo de bulto cuando éste aparece. Por lo que el médico evaluará la situación mediante la exploración clínica que puede consistir en:
- Mamografía. Radiografía de la mama.
- Ecografía. Exploración del tejido mediante ultrasonidos.
- Biopsia o punción. Recogida del tejido para analizarlo y precisar el diagnóstico.
Recuerde que cualquier anomalía persistente, ya sea abultamiento o deformidad de la superficie de la piel, debe ser convenientemente vigilada.
En qué hay que fijarse
- Revise sus mamas una vez al mes, fije una fecha para ello y vigile:
- Dolor continuado en la mama sin causa aparente.
- Cambio del pezón, tamaño, retracción o sensación de picor.
- Secrección del pezón sin estar embarazada o lactante.
- Cambio en el tamaño de la mama.
- Cambio en el aspecto de la piel, picor.
- Aparición de una masa de tejido o bulto al tacto.
Recuerde realizar revisiones ginecológicas periódicas al menos cada dos años si tiene más de cincuenta años y consulte a su médico si hay antecedentes de tumores malignos en su familia.
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