Algunos beneficios de la Granada o Pomegranate
La granada o pomegranate es una fruta del tamaño de una naranja, tiene una cáscara dura y su color es de rojo oscuro; las semillas, de un rojo escarlata, son la parte comestible de la fruta.
La mayoría de las granadas tienen su sabor en las semillas, las cuales son delicadas, dulces y con cierta acidez. La membrana que encierra las semillas es blanca, esponjosa y con un sabor muy amargo, y se identifican por sus enormes beneficios para la salud, como por ejemplo para el tratamiento de inflamaciones, garganta irritada, y reumatismo.
Son ricas en taninos, de ahí el amargor de su piel, que también se utiliza como infusión para luchar contra enfermedades de garganta, cólicos y diarreas. Tiene un alto potencial antioxidante, por lo que es ideal para combatir enfermedades. Varias investigaciones sugieren que el zumo de granada puede contener entre dos y tres veces más capacidad antioxidante que la del té verde o el vino tinto.
La granada contiene unas 65 calorías por 100 gramos, es rica en pectina, taninos, antioxidantes, flavonas, fibra, vitaminas E, C, B1, B2, B3, B9, y minerales como fósforo, cobre, hierro, cinc, calcio y muy rica en manganeso y potasio.
Es muy astringente y posee efectos favorables para aliviar el asma, la fiebre, la flatulencia, las enfermedades cardiovasculares; también es capaz de evitar la retención de líquidos, los parásitos intestinales, la arteriosclerosis, ayuda a combatir la hipertensión, la anemia ferropénica y el exceso de ácido úrico.
Se la puede incorporar a la dieta diaria preparando una ensalada con lechuga picada en juliana en la base, un aguacate partido en trozos, langostinos y una granada desgranada, condimentándola con aceite de oliva y vinagre de manzana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario