Cistitis Intersticial. Necesidad de un diagnóstico precoz
La Cistitis Intersticial (CI) es una enfermedad crónica inflamatoria de la vejiga. Se desconoce su origen, y por tanto hoy en día no existe un tratamiento definido para curarla. Si bien los pacientes pueden ver mejorados sus síntomas mediante la aplicación de diferentes tratamientos adecuados para su caso concreto. En ocasiones también se le denomina Síndrome de Vejiga Dolorosa (SVD), en ausencia de cualquier otra patología que justifique sus síntomas.
Diagnóstico complicado
Generalmente, en su origen, el especialista piensa que se trata de una infección de las vías urinarias, pero tras quedar descartada mediante los pertinentes cultivos, el paciente se encuentra confuso y sin un diagnóstico concreto, lo que le obliga a realizar múltiples visitas a especialistas de todo tipo. El retraso en el diagnóstico, a su vez, provoca un retraso en el tratamiento, vital para la calidad de vida del paciente.
Algunos de sus síntomas
- Frecuencia excesiva urinaria.
- Ardor solo al orinar o crónico
- Dolor e inflamación en los órganos circundantes, vaginal en las mujeres y escrotal en hombres y anal en común.
- La sensación de vejiga llena perdura tras la evacuación
- Dolor Pélvico.
- Incontinencia en estados inflamatorios.
- Relaciones Sexuales dolorosas en la mujer, eyaculación dolorosa en el hombre.
Tratamientos
Los tratamientos empleados varían en función de los síntomas, pudiendo aplicarse fármacos orales o técnicas como distensión vesical, estimulación eléctrica nerviosa, instilación endovesical, pasando por la reeeducación de esfínteres.
El cuidado de la dieta
Bebidas con cafeína, el alcohol, los cítricos, los alimentos picantes y el chocolate son algunos de los alimentos que agravan la cistitis intersticial. Cada persona debe tener en cuenta el alimento concreto que empeora sus síntomas.
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