TDAH: Consejos para los padres
Cuando a nuestro hijo le diagnostican el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, en adelante TDAH, los padres nos sentimos impotentes, como si no pudiéramos hacer nada por ayudar a nuestro pequeño. Sin embargo en este artículo vamos a ver como sí que podemos hacer y mucho.
Antes de nada, vale la pena comentar algunos rasgos acerca del TDAH. Se trata de un trastorno neurobiológico que se presenta antes de los 7 años y cursa con una alteración del nivel de atención caracterizado por una impulsividad o hiperactividad que limita algunas actividades de la vida diaria desde la infancia.
Ciertamente, el entorno puede ayudar mucho como apoyo al tratamiento continuado. De todas las áreas donde se puede manifestar la hiperactividad, el hogar es un lugar clave para intentar manejar este trastorno. Como padres debemos seguir ciertas pautas sencillas para evitar que se extienda hasta la adolescencia:
Organización
Si ya es difícil conseguir que un niño tenga organizada su habitación no os quiero ni contar lo complicado que es que lo haga un niño con TDAH. Sin embargo, fomentar la organización en su día a día comenzando por la habitación ayudará a nuestro hijo en su déficit de atención.
Para ello una buena técnica es hacer de la organización un juego a base de la clasificación de todas sus pertenencias por el tipo más adecuado.
La rutina
En nuestro día a día como padres podemos sentir que el TDAH de nuestro hijo nos agota por no poder controlar sus acciones. Sin embargo, es la propia rutina lo que nos puede ayudar si planteamos el día a día a base de objetivos que el niño debe realizar. Para ello debemos planificar todas las actividades rutinarias: desayunar, cepillarse los dientes, ponerse la ropa del colegio… Todo ello dividido en pasos y recompensando al niño por cada objetivo logrado.
Planificación
Es fundamental que nuestro hijo cuente con una planificación diaria para ayudar a la organización tan importante impulsando a su vez una rutina beneficiosa para él. Será siempre más fácil si establecemos códigos de colores para identificar las tareas realizadas o las más importantes para que el niño se sienta realizado.
Pequeñas pautas que son fáciles de crear por parte de los padres y que servirán como gran apoyo sobre el tratamiento llevado a cabo.
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