Cómo tratar los pitidos en los oídos (acúfenos)
Entre los factores desencadenantes de los acúfenos encontramos el estrés. Si es nuestro caso, podemos recurrir a las plantas relajantes, al ejercicio físico y disfrutar de la naturaleza para conseguir que desaparezcan
Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa.
Estos zumbidos, pitidos o siseos pueden deberse a varias causas, pero también tenemos algunos consejos y remedios a nuestro alcance que nos pueden ayudar.
Encontrar la causa
Los acúfenos pueden aparecer y desaparecer puntualmente. En la mayoría de casos se presentan por causas leves como una exposición a ruídos intensos, tras un esfuerzo muy intenso o bien por cuestiones naturales como una variabilidad de la presión atmosféricaPero si se mantienen en el tiempo deberemos descartar otros orígenes como problemas del oído directamente (otitis, exceso de cera, lesiones, infecciones) o bien otras enfermedades (cardíacas, diabetes, tiroides, alergias). Finalmente, también hay que tener en cuenta que algunos medicamentos también pueden originar acúfenos.
Como comentamos en muchos síntomas, también el estrés, uno de los grandes males de nuestros tiempos, puede estar ocasionando estas molestias. Si ése es nuestro caso buscaremos extractos de plantas relajantes como la pasiflora, la valeriana o la melissa e intentaremos dedicar un tiempo cada día un tiempo a hacer ejercicio, disfrutar de entornos naturales (parques, bosques, playa) donde caminar descalzos, tomar el sol, descansar por la noche, etc.
El ajo
En algunos casos los acúfenos pueden deberse a una tensión arterial alta. Si nos medimos la tensión y efectivamente es más alta de lo normal, recomendamos incluir el ajo crudo en nuestra dieta diaria.
El ajo también será muy beneficioso si el origen de los acúfenos es infeccioso.En este caso, además de consumirlo, podemos cortar medio ajo y colocarlo sobre el oído externo durante unos minutos, y repetirlo varias veces al día.
El sésamo
Las semillas de sésamo, muy ricas en calcio se usaban ya en la antigua China para combatir los acúfenos y reducir su volumen. Las podemos consumir diariamente de diversas formas:
- Crudas o tostadas
- Aceite de primera presión en frío, en crudo
- Tahín (pasta de sésamo)
- Gomasio (sésamos tostado con sal)
- Halvá (postre de sésamo endulzado)
El geranio
El geranio ayudar a reducir su frecuencia y, en algunos casos, a eliminarlos por completo. Lo aplicaremos tópicamente. Pondremos a macerar un trozo de la planta en 250 mililitros de alcohol de 40 grados. Lo aplicaremos con un gotero en el interior del oído, al menos tres veces al día.
Romero
El romero es una de las mejores plantas que tenemos para mejorar la circulación general. Recomendamos tomar dos o tres infusiones diarias o bien en extracto, que tendrá un efecto más potente.
Las tensiones musculares
Hoy en día los problemas musculares son muy habituales, sobre todo debido a la cantidad de trabajos que nos obligan a estar horas sentados o de pie o bien a hacer esfuerzos excesivos. Precisamente las tensiones en la zona cervical pueden ser el origen de los acúfenos. Para notar mejoría recomendamos acudir a un buen osteópata o fisioterapeuta, así como realizar ejercicios diarios para relajar toda la zona superior de la espalda.
Otras tensiones que también pueden influir en la salud del oído son las mandíbulares. Las personas que sufran bruxismo, que apreten las mandíbulas continuamente, por el día o por la noche, también deberían descartar esta opción.
Un osteópata cráneo-sacral también nos puede ayudar en el caso que no sepamos el origen de los acúfenos.
El ginkgo biloba
Una planta excelente que nos puede ayudar es el ginkgo biloba, ya que es un gran oxigenador de toda la zona de la cabeza (y también de las piernas). El ginkgo se recomienda también a personas que sufren problemas de concentración, memoria, dolores de cabeza, mala circulación, varices, etc.
Las velas auriculares
Las vela hopi o velas auriculares son un antiguo remedio, sorpendente y muy efectivo. Los indios americanos idearon estos conos artesanos elaborados con cera de abeja y hierbas y extractos medicinales. Se colocan en el oido, en posición vertical, y se prende fuego en el extremo superior. A medida que se quema se da una ligera aspiración que va extrayendo tapones de cera y otras toxinas que tenemos actumuladas. No deben usarse en caso de perforación del tímpano, alergias o problemas de la piel del oído externo y en casos de otitis o infecciones del oído. Se consiguen en algunas farmacias, herboristerías y centros de salud natural.