Cuando la debilidad no cesa: diagnóstico y tratamiento de la Miastenia gravis
La miastenia gravis es una enfermedad que se engloba dentro de las denominadas enfermedades raras y se caracteriza por la pérdida de fuerza y fatiga crónica. Estos síntomas además, suelen empeorar con la movilidad o el ejercicio. El estado de debilidad general es variable durante el día empeorando al atardecer.
Los síntomas más comunes, que pueden presentarse solos o combinados, son los siguientes:
- Debilidad de los músculos oculares o miastenia ocular.
- Menos frecuentemente, pueden presentarse dificultad para masticar, disfagia y pérdida de la expresión facial.
- Falta de fuerza en brazos y piernas.
- Debilidad en los músculos respiratorios o crisis miasténica que requiere hospitalización.
Test del Tensilón
Es la prueba diagnóstica más utilizada para esta enfermedad.
Generalmente, el médico realiza una serie de ejercicios con el paciente, con el objetivo de causar fatiga muscular. Se usan ejercicios como abrir y cerrar los ojos, contar en voz alta, mantener los brazos elevados el mayor tiempo posible, etc…
A continuación se procede a la administración de un determinado fármaco por via intravenosa.
Una vez administrado, médico y paciente deberán controlar la disminución de la fatiga muscular. Si ésta disminuye, la prueba se considera positiva.
La miastenia gravis está asociada con frecuencia a otras enfermedades autoinmunes como hiperplasia del timo y a enfermedades tiroideas.
Tratamiento para la miastenia gravis
Con un tratamiento adecuado, se observa una mejora sustancial en la gran mayoría de los casos. Sus objetivos son:
- Mejorar la transmisión neuromuscular.
- Reducir la producción de anticuerpos mediante la administración de anticolinesterásicos en asociación con corticoides.